Rem tenía razón: COVID-19 y los prisioneros voluntarios de la arquitectura
- Fanzine Ubicuo
- 17 may 2020
- 4 Min. de lectura
Aarón González Martínez
Contacto: aarongonzalezm@gmail.com
Es arquitecto por el Tec de Monterrey Campus Sonora Norte, ha desarrollado su trabajo como diseñador, proyectista, fotógrafo y artista visual, ha realizado diversos proyectos tanto arquitectónicos como culturales y artísticos. Su obra ha sido reconocida en la XV Bienal de Artes Visuales del Noroeste convocado por el Instituto Sonorense de Cultura, en 2016 fue incluido en la Plataforma de Imágenes Contemporáneas del Centro de la Imagen como muestra del panorama de la fotografía emergente y contemporánea producida desde México. Desarrolla su trabajo entre el diseño, el arte y la investigación independiente. Actualmente es maestrante en el programa de Maestría y Doctorado de Arquitectura en la UNAM.
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1. Prisioneros voluntarios de la arquitectura. Neo (Matrix, 1999), James Cole (Doce monos, 1995) y fat humans de Wall-e (2008) en la ciudad radieuse de Rem Koolhaas.
La contingencia sanitaria por la COVID-19 ha obligado a centrarnos en el aislamiento y ha promovido una vida cotidiana desde la computadora personal como si fuera colectiva, ¿es colectiva?
Esta pandemia muestra lo vulnerables que somos al relacionarnos con un espacio desde la virtualidad, por otro lado, muestra la incapacidad de los arquitectos para contribuir, con una duda mayor ¿en qué, cómo contribuir? ¿Habría una lógica de contribución social para el desarrollo de la espacialidad de los seres humanos virtuales?
Parece que esto seguirá repitiéndose durante todo el siglo XXI ante la amenaza de nuevas guerras, pandemias, sobre-población, xenofobia, racismo, totalitarismo y quien sabe que más…
¿El diseñador arquitectónico debería estar diseñando los espacios de la virtualidad, es decir, los espacios en el hipertexto? ¿Cómo sería la experiencia del usuario en la web, deberíamos tomarla en serio?
En este punto nos encontramos en una especie de éxodo, del miedo a la infección a una supuesta libertad y protección, no exactamente como el de Rem Koolhaas y los prisioneros voluntarios de la arquitectura ¿o sí?
Nos encontramos en una situación de prisión voluntaria en nuestros espacios y de nuestras conductas pasivas frente a lo que se consume en la pantalla.
La publicidad ha movido todo el aparato de entretenimiento para crear una nueva dinámica de interacción social, y me pregunto: ¿qué puede hacer el diseñador arquitectónicamente hablando?
¿Los diseños podrían anticipar estas nuevas formas de adaptación y confinamiento?
No es posible hacer mucho, la lección está dada, los tiempos del diseño son lentos y los de la edificación son aún mayores, ¿debemos conformarnos con una contribución simbólica y asistencial o una que desafíe nuestra profesionalidad al punto de exigirnos una crítica seria?
Además de imprimir en 3D mascaras protectoras y adecuar espacios para la salud en el ámbito y circunstancia de la urgencia ¿Qué hacemos los arquitectos para la situación del confinamiento y aislamiento? Claramente nos vemos rebasados por la situación, ciertamente es un problema complejo y nunca antes visto; lo que de alguna forma anticipa otros modos de interacción y coexistencia.
A partir de la noción de lo intangible, ¿qué espacios están diseñados para la interacción virtual?
¿Qué espacios de nuestro entorno construido inmediato se vuelven activos frente a una virtualidad conectiva? Definitivamente hay más preguntas que respuestas.
¿Estos cuestionamientos condicionan el diseño futuro? ¿Deberíamos diseñar para la emergencia? ¿Qué contenido estamos viendo en las redes de los arquitectos?
No veo que alguien esté diseñando para la emergencia, en su lugar, vemos la oportunidad de seguir publicando proyectos para clientes privados. La COVID-19 también es un fenómeno que afecta la socio-espacialidad, aun cuando existe el confinamiento. ¿Qué pasa en la dinámica social al interior de nuestros pequeños habitáculos?
La alternativa conceptual es el diseño de espacios activos para el asilamiento-confinamiento.
El problema es grave, desde la simple consideración de la falta de espacios propios, ¿qué pasa si ya no tengo para cubrir la renta? La dinámica se transforma por completo.
Rem Koolhaas tenía razón, la disertación teórica (Exodus, 1971), a casi medio siglo, se hizo realidad, somos prisioneros de la arquitectura, frente a un aparente éxodo sublimado por la información que nos hace sentir seguros, pero en realidad resulta en una política represiva que se admite desde la autocomplacencia y, frente a esto nos preguntó otra vez ¿qué estamos haciendo los arquitectos y diseñadores?
La distopia nos está rebasando…
*Sobre las ilustraciones:
La ilustración 1 representa una especie de ciudad radieuse y prisión de personajes como Neo (Matrix, 1999), James Cole (Doce monos, 1995) y fat humans de Wall-e (2008) frente a la tele-pantalla consumiendo información.
La ilustración 2 muestra a los fundadores de OMA (Office for Metropolitan Architecture) detrás de la gran obra radiante de la megalópolis contemporánea, representación del sublime Delirio de New York (1978).

2. ¿Qué hacemos los arquitectos en eventos de crisis? Fundadores de Office for Metropolitan Architecture.
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Eje temático:
Reflexiones en torno al sentido del quehacer del arquitecto
Abierto a:
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Sin restricciones por nacionalidad o residencia.
Fecha de cierre: 24 mayo 2020.
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